Pato sin Cabeza $20
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"Vamos", dice Fidel. Cruzamos la calle y caminamos por Monroe, la calle principal de Urquiza, un barrio de clase media. Teresa está esperándonos, como siempre, a dos cuadras. Ella tomó el tren anterior para ser la primer cartonera en entrar a los negocios junto a la estación. Está esperando con su changuito de compras, lleno de cartón y tiene una pequeña bicicleta en sus manos. "Es para tu pequeña hija", le dijo un comerciante.
Fidel vacía el changuito de Teresa en su gran carreta y pone la bicicleta encima de todo. Es la carreta típica de los cartoneros, hecha en su barrio. Una construcción a base de tubos de metal con dos buenas ruedas de automóvil por debajo. Una gran bolsa de material sintético está adjunta a la carreta.
Continuamos nuestro recorrido y pasamos por la panadería donde Teresa solía trabajar cuatro meses atrás. El hombrecillo le entrega una bolsa con galletas. Le duele visiblemente ver a su antigua empleada así, en la calle.
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