Tres Pelotas $15
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Luego del partido, vamos a Libertador. Está a 20 cuadras de Suárez. Corro al lado de Fidel que está andando lastimado en una bicicleta. Termina el asfalto y entramos a Villa Libertador. Hay una calle derecho a la casa de Fidel, la única en la villa mas o menos bien. A ambos lados hay desagües. No es de ahí, pero hay un aroma que nunca había olido antes. Un embrollo de cables cuelga sobre la calle. "Los cables de electricidad y televisión por cable, instalados por nosotros mismos", dice Fidel orgulloso. "Es un barrio nuevo, no una villa, sabés".
Él construyó su propia casa. Está entre las otras construcciones de madera y chapa. Tiene algunas paredes de ladrillo, una excepción en este barrio de 5 años de antigüedad. Veo que todos los pedazos de tierra ya han sido confiscados. No queda nada libre. Teresa está parada en el umbral con su hija Nadia. La saludamos, bajamos nuestras bolsas y vamos al kiosco donde nos están esperando los otros jugadores de fútbol.
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